sábado, 25 de septiembre de 2010

Primer año en el infierno.

Hola chicos quizás os sorprenda que después de tanto tiempo sin escribir nada en esta página( hablamos de años) de repente me haya dado por hacerlo, pero es que después de los grandiosos mensajes de Brandan y tras varias veces que me puse frente al ordenador y me quede mirando la pantalla en blanco sin saber q escribir, decidí ponerme en serio y a ver que salía.
En realidad si no escribí nada antes no fue porque no quisiera, sino porque no se me ocurría nada que mereciera la pena ser tratado, y como pasaba de escribir un mensaje de los que yo denomino “paja” pues me he tirado todo este tiempo sin aportar nada y esto puede ser debido a que mi vida es demasiado monótona, o a que la tele ya a conseguido apoderarse de la poca imaginación que todavía atesoraba. Pero tras un ultimo esfuerzo, y haciendo acopio de las ultimas fuerzas creativas que me quedaban en mi cerebro, conseguí que se encendiera la bombilla de las ideas y pude así poner en marcha mi proyecto de crear el mensaje mas largo de la historia de esta nuestra pagina, que jamás morirá : Marhhabaa.
Así que para un mensaje de faraónicas dimensiones como es este necesitaba escoger un tema de iguales proporciones y dado que este año con el royo de que yo tenia clase por la tarde, estaba en caminos y todo eso no he sabido mucho de vosotros, y por tanto vosotros tampoco de mí, así que lo que pretendo con este homérico mensaje es resumiros lo que ha sido para mi el primer año de universidad.
ADVERTENCIAS: 1- Para los no acostumbrados a leer libros, recomiendo no traten de leer este mensaje de una sentada o ello podría provocar un sobrecalentamiento en sus no-acostumbrados cerebros.
2- Disculpen si el mensaje no hace ni puta gracia y entiendan que llevo más de dos años sin escribir nada que no tenga que ver con los estudios.
3- No se me ocurre nada pero como solo dos advertencias quedaban muy cutres y no llegaba a las 5 que es el mejor numero, pues me quedo en tres que no esta mal.
Así que tras esta pequeña introducción (que de pequeña no tiene nada) empezaré por el principio del curso, que en mi caso, por ir a caminos, fue una semana antes que el resto de los mortales. Así
un feliz día 22 o 23 de septiembre ( no recuerdo bien ) y como solo hacen los pringaos de los novatos fui con toda mi ilusión a la facultad de caminos (que para el que no lo sepa es la de las ventanas amarillas y la mas fea del campus ) y me senté junto con otros 119 novatuelos a soportar una charla de unas 2 oras en la que ya desde el principio nos meten en la cabeza que no sabemos donde nos hemos metido y alguna otra chorrada más a la que no presté atención..
Pues el primer día no dio para mucho más, eso si, ya desde el primer momento supe de quien hacerme amigo, y 9,98 ya me trataba como a un camarada más desde un sábado el humor en que fuimos a darle la brasa con el tema de su foto en el periódico por haber sacado la 2ª nota mas alta de España.
La primera semana fue todo felicidad y fantasía, las asignatura parecían todas asequibles, las clases todavía se soportaban bien, y las academias no habían empezado.
Pero la primera semana dio paso a la segunda, y la cosa empezó a ponerse un poco cuesta arriba sobre todo por el echo de que comenzaban las academias, y en mi caso quedaba a unos 84 km y tenía que volver andando todos los días desde allí. Mi profesor seguía el modelo estandar de profesor de academia, calvo, enchepado y con pinta de haber sido el mayor pringado de la historia en su mocedad.
Y sin darme cuenta ya había pasado un mes desde aquel feliz día de la presentación, estaba yendo a todas las clases (todo el mundo lo hacía) y el tiempo que tenía libre por las mañanas me lo pasaba durmiendo. El único momento de la semana en que tenía contacto con el mundo real era los fines de semana en los que salía con mis colegas de toda la vida.
Con el paso de los días me fui poco a poco desencantando del sueño universitario y tras tres semanas de clase, decidí claudicar y abandonar por completo 1 de las 7 asignaturas, física, no porque fuera imposible, sino porque no me salía de los huevos estudiarla.

Interrumpo este mensaje para decir que acabo de escuchar la frase más grandiosa de la historia del cine. Es en la película “Depredador” que están echando en la sexta y la pronuncia el líder del grupo cuando uno de sus camaradas preocupado por él le dice “señor esta sangrando” a lo que este responde con esta jefada : “ no tengo tiempo para sagrar”…. Ai lo dejo

Bueno volviendo al tema. A medida que pasaba el tiempo las cosas en vez de mejorar iban a peor. Las clases ya se me hacían insoportables, y a demás comenzaba a ser victima del síndrome del estudiante, por el cual te autoengañas diciendote a ti mismo “ si empiezo 2 meses antes me da tiempo” pero no lo aces… “ si empiezo 1 mes antes las saco todas” y un día te despiertas y quedan solo tres para el primer examen del cual no tienes ni puta idea. Y para colmo cada vez que os veía los findes no hacíais mas que comentar vuestros atareados días que consistían en 2 horas de cartas, 1 de porros y 1 de rascarla por ahí.
Pero por fin llego la navidad y con ella unos días en los que pude olvidarme de todo lo referente a los estudios, pero eso si por las noches me asaltaba el pensamiento de que estaba tirando mi vida por la borda y todo eso, a demás de que cuado volviera el 8 de enero a las clases ya no me daría tiempo de aprobar ni una.
Entonces llego el fatídico día en que tuve que enfrentarme por primera vez con la dura y cruda realidad, y se puede decir que me metió una paliza. Como yo sospechaba la cosa fue un desastre (por si alguien no lo sabe en los primeros parciales no subí del 3 ) y por supuesto con las notas llego la primera bronca por estudios de mi madre en toda mi vida, y como jamás me había echado una, tenía un montón de fuerzas “ regañativas “ latiendo en su interior que luchaban por salir y por supuesto lo hicieron todas a la vez, y por cada nota que yo llevaba a casa ella me echaba 3 broncas
1 - Bronca pre-nota del tipo :” es que no hiciste nada , es imposible que apruebes , y si lo haces será de suerte y no me vale..”
2- Bronca del día de la nota: del estilo de “Pero que te crees , yo trabajando para pagarte tus clases y tu…. Luis pero dile algo..”
3 – Bronca del día después : “ y ahora que.., así no apruebas nunca, mejor te metes a trabajar y así acabamos con esta farsa..”
Y por supuesto no puedo olvidarme de la mas dura de todas que se produjo cuando ya tenia en la mano toda la ristra de suspensos junta.
“ Y ahora que va a ser de tu vida, deja la carrera ya , yo creía que eras listo pero me has demostrado que no , no vales para estudiar una carrera, ni esta ni ninguna.. Luis pero que hacemos con él”
Pero por lo menos a partir de ese momento las cosas empezaron a mejoraren a todos los niveles. Me di cuenta de que era inútil asistir a las clases ya que contaba con unos maravillosos apuntes que otras personas se habían esforzado en elaborar, y no usarlos sería un insulto a su trabajo, así que comencé a ir menos a clase ( y con menos me refiero a nada ) para pasar más horas en la cafetería y en la biblioteca. A demás a principios del 2º cuatrimestre comenzó esa racha en que cada jueves había un patrón y eso conseguía liberarme por momentos de mi esclavitud académica.
Y entonces un día desperté y ya solo quedaban 3 semanas para comenzar otra vez los exámenes y de nuevo se me había echado el tiempo encima, pero esta vez si que no podía fallar, pero los exámenes que ice tampoco fueron grandiosos que digamos. Los días de espera por las notas fueron unos de los peores de mi vida, si aprobaba alguna seri con un 5 pelao, por lo que existía la posibilidad de repetir la hazaña del primer cuatrimestre. Pero entonces un buen día llego mi primer aprobada (y si este mensaje tuviera banda sonora ahora sonaría la mítica canción de AAAAALELUYYAAA!!!)
Y eso fue como meter un gol contra un equipo encerradísimo, que luego no tardan en llegar los demás, y así fue, dos días después llego el segundo aprobado, y a este le siguieron un tercero y un cuarto, con lo que al final firmé un curso que no se puede calificar como brillante, pero si digno
Y así fue más o menos como yo pase mi primer año de universidad. Vosotros, cerdos, no sabéis lo que es el mundo del caminero, donde todos son competitivo, donde la cafetería es mas pequeña que la habitación de varela (que para el que no lo sepa es muy pequeña) y solo hay 3 personas al día, y si quieres sentarte en un sitio donde escuches al profesor tienes q reservarlo por la mañana cual pista de padel en la hípica . Pero la verdad mejor que no lo sepáis y sigáis con vuestras plácidas carreras.

Bueno pues con esto me despido, y espero no haberos aburrido demasiado, y que sepáis que si con este mensaje e conseguido arrancaros al menos una sonrisa mi objetivo esta más que cumplido.
Y acabo el mensaje como lo solía hacer antaño:
COPI AL PODER

miércoles, 8 de septiembre de 2010

El día en que casi pierdo mi alma

Primera crónica que escribo partiendo de cero desde mi ya lejana, y legendaria me permito añadir, participación en Marhhabaa, así que supongo que estaré algo oxidado después de 5 años sin escribir nada. Digo esto porque imagino que esta crónica bajará bastante el nivel ofrecido por la primera. No seais demasiado duros conmigo…

EL DÍA EN QUE CASI PIERDO MI ALMA.

Antes de situarnos en fatídico día es preciso realizar una pequeña introducción para poner en situación a la mayoría de vosotros. Existe en Laxe una persona que se hace llamar Fandiño, pero este solo es el nombre que utiliza en la Tierra, ya que en relidad bajo ese recipiente de carne y hueso que utiliza para pasearse por ahí, se esconde nada más y nada menos que el mismísimo diablo. En serio si hicieran una encuesta y le pidiesen a todo el mundo que hiciera un retrato robot de cómo sería Satanás si fuese humano, estoy seguro de que saldría la cara del mencionado Fandiño. Bueno su cara sería algo parecido a esto:















Pero ignorando el peligro que ello conllevaba nos pasamos el verano entero haciendo bromas sobre su evidente parecido conKratos, protagonista del juego God of War (el de la imagen de arriba) o sobre la posibilidad de que en realidad fuera el propio demonio que había decidido tomarse unas pequeñas vacaciones en la Tierra y no había encontrado un lugar mejor que Laxe (todo ello a sus demoníacas espaldas por supuesto, tampoco era plan de jugarnos la vida)
Con estos inquietantes precedentes podreis haceros una idea de lo que sentí cuando un día como otro cualquiera de fiestas me dispuse a comprar una copa con Ignacio y de repente vimos que ahí estaba él, hablando con un amigo, que debía ser otro demonio en cuerpo de humano porque de otra forma no alcanzo a comprender como le puedes derigir la palabra a “el que no debe ser nombrado “ sin temer por vida, y vemos que levanta el dedo, señala a donde estábamos nosotros y realiza un gesto indicando que nos presentasemos ante él. En un primer momento creí imposible que Su Siniestra Señoría hubiera posado sus ojos en alguien tan insignificante como yo, así que miré a los lados buscando al posible desgraciado que había despertado su interés. Al ver que nadie parecia inmutarse volví a mirar hacia Fandiño y el alma se me cayo a los pies cuando comprobé que seguía con el índice levantado y haciendo gestos para que fuera allí. Era evidente que se refería a mí, pero aún así no quise creerlo ya que ir ante aquel monstruo supondría seguramente el final de mi vida, pero entonces una chica que tenía al lado me tocó el hombro y me dijo “creo que te llama”. Era definitivo, por algún motivo desconocido Satanás quería decirme algo y ya no tenía escapatoría posible. Los 3 metros que me separaban de él fueron los más largos de mi vida, pensando en las cosas que no había hecho en mi vida, como dar la vuelta al mundo en moto, y que jamás podría hacer cuando Fandiño acabase conmigo. Cuando me planté ante su imponente figura, todos los miembros de mi cerpo estaba temblando como gelatina y tenía que hacer esfuerzos sobrehumanos para controlar mis esfínteres. Entonces habló con una poderosa y estremecedora voz y dijo: “¿Qué haces con esa chica?” (debía referirse a la que me había dado los toques en el hombro). Evidentemente yo nunca había visto a la susodicha chicuela y desde luego jamás se me habría ocurrido hacer nada que pudiera molestar a Lucifer, por eso pensé que quizás alguno de sus fieles esbirros le había dado información sobre nuestras incesantes burlas.

                                               (foto de posibles esbirros)

“yyyo na.. na naa nada” fueron las únicas palabras que alcancé a pronunciar con los testículos a la altura de la nuez. “¿ Que hacías con esa chica!!?” volvió a decir, pero esta vez con un tono más aterrador e insistente. Pero cuando ya apenas me mantenía en pie, y ya me había hecho a la idea de que aquel demonio con forma humana me arrancaría el corazón y se lo comería cual manzana, no sin antes llevarse mi alma y condenarla a una eternidad de insoportables torturas, una acción probablemente divina me dió la oportunidad que necesitaba para salir con vida. El amigo de Fandiño había derramado el contenido de una copa sobre su Señor y se habían puesto a discutir, dandome así la posibilidad de huir y poner a salvo todos los órganos de mi cuerpo, y lo que es más importante, mi querida alma.
Cuando estuve a unos 100 metros, y no antes, recobré el color y las fuerzas y pude seguir disfrutando de la noche consciente de que había vuelto a nacer, ya que hacía escasos segundos me había encontrado con la muerte cara a cara y salido airoso.